El manual de Silicon Valley no está roto; simplemente no aplica en todos lados. En Latinoamérica, Sudáfrica y los Emiratos Árabes, tres founders decidieron no seguir las reglas. Sobrevivieron lo suficiente como para escribir las suyas propias.
Hace décadas, un importante inversionista de venture capital habló frente a un grupo de emprendedores Endeavor en California. Nuestros primeros founders estaban construyendo empresas en América Latina, Europa del Este, el Sudeste Asiático y otras regiones del mundo; los lugares que llamamos Elsewhere (en otro lugar).
Uno de los emprendedores le preguntó cuál era su consejo para quienes querían levantar capital en Silicon Valley.
“Yo no quiero hablar con ninguno de ustedes”, respondió el inversionista. “Si llegan a ser lo suficientemente importantes, ustedes vendrán a San Francisco.”
Para un grupo de emprendedores comprometidos con desarrollar sus países y las compañías que estaban creando allí, fue como una bofetada. Uno de ellos, Marcos Galperin, se levantó y salió del salón. Décadas después, Marcos sigue viviendo en Argentina. Su empresa, Mercado Libre, sigue operando desde América Latina. Hoy vale 130 mil millones de dólares.
Durante años, se repitió la frase cliché: “si vale la pena hacerlo, vale la pena hacerlo en Silicon Valley.” Hoy sabemos que eso ya no es cierto.
Las compañías icónicas que nacieron fuera del Valle han demostrado que no necesitas estar allí para alcanzar el éxito.
En 2003, el 90 % de los dólares de venture capital se invertían en Estados Unidos. Veinte años después, el 60 % se destina fuera del país, impulsado por el crecimiento de China, India, América Latina y más allá. Desde Endeavor Catalyst, nuestro fondo de coinversión basado en reglas, hemos demostrado que las oportunidades de alto retorno están Elsewhere: hemos apoyado e invertido en 64 unicornios de mercados emergentes, convirtiéndonos en el inversor más prolífico de compañías valuadas en más de $1 B fuera de EE. UU., China e India.
Pero esas historias de éxito; Mercado Libre, Careem, Paystack; fueron subestimadas al inicio. Con poco financiamiento, poca visibilidad y mucha incomprensión, lograron el éxito a pesar de los inversores, no gracias a ellos. Y quienes siguen confiando ciegamente en los patrones tradicionales del VC, reconocimiento de patrones “made in USA”, pedigrees elitistas, rondas impulsadas por el FOMO, seguirán perdiendo la próxima gran oportunidad.
Nuestros unicornios actuales no encajaban en el molde; los que vienen tampoco lo harán. ¿Qué se perdió en esas historias anteriores? Mirarlas con atención nos da la clave para no volver a repetirlo.
“No es la región adecuada”
Muchos VCs están interesados en invertir internacionalmente… pero no ahí.
Ese fue el obstáculo que vio Marcos cuando lanzó Mercado Libre: demasiados inversores no veían a América Latina como un mercado viable para el e-commerce, y se perdieron la empresa que terminaría impulsando todo un ecosistema.
Hoy, los fondos se amontonan alrededor de startups latinoamericanas como Kavak o Creditas. ¿Lección aprendida?
No del todo. Los VCs aún temen a las regiones “no probadas”.
La próxima historia sorpresa probablemente no saldrá de una zona de moda, sino de un lugar inesperado, como Pakistán.
Bazaar Technologies (plataforma de e-commerce y fintech con apenas cinco años) sigue siendo ignorada por quienes creen que “aún no es el momento” para Pakistán. Sin embargo, a pesar de la turbulencia económica, la compañía acaba de adquirir Keenu (una plataforma de pagos digitales) y espera alcanzar rentabilidad en los próximos trimestres. Hoy es la startup mejor financiada del país, con más de $100 M recaudados, y está construyendo la infraestructura para el comercio B2B y fintech en un mercado completamente nuevo.
No encontrarás la próxima gran región si sigues mirando la última. Como Mercado Libre, las grandes compañías pueden venir de cualquier parte. ¿O deberíamos decir Elsewhere?
“¿Dónde está el hype?”
El venture capital ama los titulares. Pero Bending Spoons; un estudio italiano de apps, nunca encajó en ese molde. Sin prensa ni fama fuera de Italia, pasó desapercibido para muchos inversionistas.
Y de repente, la compañía de la cual nadie había escuchado comenzó a comprar todas tus apps favoritas.
El problema con esperar al hype es simple: cuando llega, ya perdiste el tren.
En lugar de lamentarse por las oportunidades perdidas, los inversores inteligentes deberían mirar los signos de la próxima Bending Spoons antes de que explote.
Hoy, ese caso podría ser Codeway, desde Turquía.
Lejos de Silicon Valley, no han levantado ni un dólar de inversión. No lo necesitan: son rentables, con más de $100 M en ingresos anuales gracias a un modelo 100 % bootstrapped.
Tienen tres apps de IA en el top 50 global, según Andreessen Horowitz.
Su app Wonder-AI, creada en Estambul, ha superado los 40 M de descargas y generado más de 300 M de imágenes.
Pasar bajo el radar no significa quedarse quieto. Codeway y empresas como esta ya están abriendo nuevos horizontes.
“La IA es un juego de Estados Unidos y China”
En 2024, el 80 % de las inversiones en IA se concentraron en EE. UU. y China. El pensamiento tradicional dice que esas son las cunas y los motores del avance tecnológico.
Pero la verdadera oportunidad no está en los modelos, sino en sus aplicaciones: cómo la IA puede resolver los problemas que más importan.
El valor está en la capa de aplicaciones, y ahí el mundo Elsewhere ofrece infinitas posibilidades.
Un ejemplo: ElevenLabs, una startup polaca que se cansó del doblaje plano en películas extranjeras y creó una solución que hoy vale $3.3 B. En el proceso, revolucionaron la generación de voces sintéticas, participaron en discursos del Congreso estadounidense y fueron adoptados por más de dos millones de desarrolladores.
Fundada por los emprendedores Endeavor Piotr Dąbkowski y Mati Staniszewski, amigos del colegio, ElevenLabs nació de una simple frustración: las voces sin emoción.
Otras startups también están innovando lejos del radar mediático: Luzia, el asistente de IA en español, ya tiene 65 M de usuarios en solo dos años, convirtiéndose en una de las startups de más rápido crecimiento en Europa y Latinoamérica.
Desde Rumania, DRUID AI desarrolla asistentes conversacionales para bancos y telcos globales, y acaba de cerrar una ronda Serie C por €46 M liderada por el fondo europeo Cipio Partners.
A pesar de su tracción, ambas compañías siguen poco conocidas. Eso cambiará pronto, a medida que la narrativa de la IA se desplace: la infraestructura puede ser revolucionaria, pero las aplicaciones son donde realmente viviremos la inteligencia artificial en el día a día.
Y ese futuro probablemente también esté Elsewhere.
“¿Qué sigue?” o mejor dicho: “¿Dónde sigue?”
Los VCs nunca dejarán de preguntarse qué sigue. Pero deberían empezar a preguntarse dónde.
Quienes sigan usando los mismos filtros verán solo parte de la historia. Es momento de entender las particularidades locales, no solo los datos macroeconómicos; de escuchar a founders que no estudiaron en Stanford ni levantaron capital de Sequoia; y de interesarse por quienes están construyendo desde lugares poco conocidos.
Cuando el próximo gran éxito de Elsewhere llegue a tu escritorio, estarás listo para reconocerlo.